Un proyecto de investigación global realizado por Altimeter y Autodesk reveló que las empresas digitalmente maduras están acogiendo la próxima ola de disrupción digital conocida como “convergencia”. Prácticas innovadoras como las comunicaciones virtuales, el compromiso digital personalizado, el modelado inmersivo, la creación rápida de prototipos y la colaboración eficiente son ahora la corriente principal debido a una necesidad, acelerada provocada por la pandemia de COVID-19.
El estudio, en el que se encuestó a 749 directivos de empresas de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Japón y China de los sectores de la arquitectura, ingeniería y construcción (AEC), diseño y fabricación (D&M), y medios y entretenimiento (M&E); reveló que las dificultades causadas por la pandemia han creado dos clases de empresas. La primera, con un nivel bajo de madurez digital, que tuvo dificultades para aplicar estas prácticas innovadoras y todavía está en proceso de ponerse al día. El segundo, con niveles más altos de madurez digital, ya había implementado las últimas prácticas innovadoras y ha prosperado; este grupo está preparado para la siguiente ola de disrupción digital “convergencia”.
Convergencia es la mezcla de tecnologías, procesos y datos anteriormente separados para crear nuevas combinaciones de productos, servicios y experiencias que reconfiguran los procesos y las estructuras de la industria. La mayoría de las empresas reconocen hoy que la convergencia es una tendencia que les afectará de alguna manera. Este estudio reveló que el 58% de los encuestados ha pensado en la convergencia o reconoce que es una de las partes más importantes de su negocio. Una de las principales conclusiones de la investigación es que la madurez digital es un fuerte indicador de la medida en que una empresa cree que se verá afectada por la convergencia.
Para determinar el grado de madurez digital de una empresa, se pidió a los encuestados que definieran su negocio dependiendo de la etapa en la que creen que se encuentran, siendo la etapa cero la que no prioriza la transformación digital sin verla como un plan a corto plazo; hasta la quinta etapa, en la que la empresa presenta una sólida base digital y se encuentra centrada en aprovechar los datos y la IA para optimizar los procesos, productos y servicios, y las experiencias de los clientes.
El 7% expresó estar en la etapa 1, es decir que acaba de empezar a construir un plan de negocio para la transformación digital. El 15% está en la etapa 2, empezando a entender los trayectos de los clientes, mejorando las habilidades digitales, mapeando los procesos y viendo la tracción temprana. El 17% comentó estar en la etapa 3 porque ha empezado a digitalizar sus operaciones a escala, pero la modernización de las plataformas y los procesos se está produciendo a nivel departamental. En la etapa 4 se ubicó el 26% de los encuestados, quienes expresaron que han digitalizado las operaciones y se centran en integrarlas para utilizar los datos de forma más estratégica en toda la organización.
El 59% de las empresas con la mayor madurez digital (etapa 5) dijo que la convergencia era una de las influencias más críticas para su negocio. A medida que los niveles de madurez disminuyen, también lo hace el reconocimiento de la convergencia como una tendencia transformadora. Esto tiene sentido, ya que las empresas con menor madurez digital están poniéndose al día, luchando por implementar prácticas e innovaciones que son los hitos de la transformación digital.
Sin embargo, esto no significa que las empresas menos maduras deban esperar a alcanzar etapas más avanzadas de madurez digital para pensar y prepararse para la convergencia. De hecho, para llegar a la fase 5 y cosechar los frutos de la convergencia, es necesario sentar las bases de la convergencia lo antes posible.
El primer paso para construir los cimientos de la transformación digital es comprender todas las formas en las que se está produciendo la convergencia e identificar las categorías que tendrán el mayor impacto en el negocio. La investigación reveló cuatro niveles de convergencia (de procesos, tecnología, datos/ información, e industria) con los cuales se puede trazar el impacto que tiene cada tipo de convergencia y cómo varía según el sector.
Si bien los beneficios de la convergencia pueden parecer evidentes en cada etapa de la madurez digital, muchas empresas se enfrentan a desafíos en la implementación de los pasos que deben tomar para aprovechar plenamente estos beneficios. La resistencia al cambio en las empresas con sistemas y prácticas heredadas, el despliegue incorrecto de las IA alimentándolos de datos obsoletos o sesgados, y la falta de preparación en un pensamiento más expansivo y visionario de los diseñadores y planificadores que requieren formación, familiaridad y uso de herramientas; son algunos de los desafíos que se demostraron gracias al estudio.
“Entender la convergencia y hacerla funcionar para su organización es una ventaja competitiva poco aprovechada”, dijo Alexander Stern, estratega tecnológico de Autodesk. “La convergencia de procesos, datos y tecnología afecta a la mayor parte del funcionamiento interno de una empresa. Es la convergencia de la industria -impulsada por fuerzas externas- donde ocurre la magia. Es cuando industrias previamente dispares, o industrias que operan en paralelo, encuentran formas de colaborar en beneficio mutuo. Esta colaboración puede adoptar muchas formas, como asociaciones, relaciones transaccionales o simplemente recursos compartidos”.
“Al evaluar su madurez digital, y las principales prioridades de inversión, las empresas pueden utilizar estos datos para compararse a sí mismas y trazar una hoja de ruta para la transformación”, dijo Charlene Li, Fundadora y Senior Fellow de Altimeter. “Hacerlo puede permitir a las empresas prepararse eficazmente para cualquier tipo de disrupción digital, e incluso prosperar gracias a ella”.
