El pasado viernes, CrowdStrike, destacada empresa estadounidense de ciberseguridad, enfrentó una interrupción global significativa debido a una actualización fallida que afectó diversos sectores. Las acciones de la compañía cayeron más de un 14% tras el incidente, que interrumpió servicios públicos, detuvo vuelos y obligó a cadenas de televisión a suspender transmisiones.
CrowdStrike, con una capitalización bursátil de aproximadamente 83,000 millones de dólares y cerca de 30,000 suscriptores, había sido una opción preferida por inversores debido a su notable crecimiento y margen elevado. Las acciones de la firma se habían duplicado en el último año, pero el fallo plantea un desafío para su reputación y podría llevar a clientes e inversores a considerar alternativas, como Palo Alto Networks y Sentinel One, cuyos valores aumentaron el viernes.
Gil Luria, analista de D.A. Davidson, señaló que este evento subraya la complejidad y vulnerabilidad de los sistemas informáticos globales, sugiriendo que las empresas podrían revisar y diversificar sus soluciones de seguridad. Aunque el fallo no fue causado por un ataque cibernético, sino por una actualización técnica, el incidente podría estimular una reevaluación en el sector.
Dan Ives de Wedbush Securities indicó que, a pesar del golpe para CrowdStrike, no espera que los competidores ganen una cuota significativa de mercado debido a la naturaleza técnica del problema. Analistas de JPMorgan destacaron que, a pesar de la gravedad del apagón, CrowdStrike está manejando la situación con una respuesta eficiente.
Gobiernos y servicios públicos en países como Nueva Zelanda, Australia y varios estados de EE.UU. también se vieron afectados, lo que podría impulsar nuevas legislaciones para proteger contra fallos similares en el futuro. Luria agregó que es probable que los legisladores investiguen el incidente y consideren regulaciones para prevenir recurrencias.