El Gobierno mexicano ha tomado la decisión de retirar los aranceles impuestos al aluminio extranjero, que oscilaban entre el 20% y el 35%, debido a la falta de producción nacional en este sector. La medida, que entra en vigor este jueves según lo anunciado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), responde a la ausencia de capacidad local para satisfacer la demanda de diversas industrias clave, como la automotriz, de autopartes y electrónica.
Esta revocación de aranceles forma parte de un paquete más amplio que incluía más de 500 nuevos o aumentados aranceles establecidos en abril, abarcando productos como acero, textiles, productos químicos y plásticos. El Gobierno justifica esta acción como un esfuerzo por proporcionar certidumbre y condiciones justas en el mercado, especialmente para los sectores de la industria nacional que enfrentan vulnerabilidades debido a prácticas comerciales internacionales desleales.
La Cámara Nacional de la Industria del Aluminio (Canalum) ha expresado su apoyo a la decisión gubernamental, reconociendo la sensibilidad de la Secretaría de Economía al considerar las capacidades y necesidades de las empresas mexicanas en este sector.
La polémica sobre los aranceles al acero y al aluminio se remonta a febrero, cuando Estados Unidos amenazó con imponer nuevamente aranceles a estos metales provenientes de México, acusando a empresas asiáticas, particularmente chinas, de utilizar a México como un intermediario para sus exportaciones hacia Estados Unidos.
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