México parecía haber dado marcha atrás el lunes en sus planes para prohibir las importaciones de maíz transgénico estadounidense para alimentación animal.
La Secretaría de Economía de México informó que el lunes se publicó un nuevo decreto sobre el tema que elimina cualquier fecha para sustituir las importaciones de maíz genéticamente modificado para la alimentación. Parte del maíz importado también se procesa en harina para su uso en frituras u otros aperitivos.
Después de la publicación de un decreto anterior, a algunos agricultores estadounidenses les preocupaba que la prohibición del maíz transgénico para alimentación pudiera producirse en 2024 o 2025. México argumentó que el maíz transgénico podría representar un riesgo para la salud, pero hasta ahora no ha presentado pruebas.
Los agricultores estadounidenses estaban preocupados por la posible pérdida del mayor mercado de exportación de maíz estadounidense. México lleva años importando maíz transgénico de Estados Unidos, por un valor de unos 3,000 millones de dólares anuales.
El nuevo decreto vuelve a señalar que las autoridades mexicanas llevarán a cabo “la sustitución gradual del maíz genéticamente modificado para alimentación animal y de uso industrial para alimentación humana”, pero no fija ninguna fecha para hacerlo y agrega que los expertos mexicanos estudiarán los posibles problemas de salud junto “con agencias sanitarias de otros países”.
“En cuanto al uso de maíz genéticamente modificado para el forraje y la industria, se elimina la fecha límite para prohibir su uso, quedando sujeto a que exista suficiencia en el abasto”, indicó la Secretaría de Economía en el comunicado. “Se instalarán mesas de trabajo con el sector privado nacional e internacional para lograr una transición ordenada”, añadió.
México fue el lugar donde se domesticó el maíz por primera vez hace unos 9,000 años, y el país seguirá prohibiendo las importaciones de las semillas transgénicas para proteger las variedades autóctonas.
México también prohibirá el uso de maíz transgénico para consumo humano directo, que en México significa principalmente el maíz blanco y harina de maíz blanco para tortillas. México no tiene necesidad de importar maíz blanco de Estados Unidos, donde la mayor parte del maíz es amarillo o dulce.
La oficina del representante comercial de Estados Unidos señaló que la posición anterior de México “no está basada en la ciencia” y que “amenaza con alterar el comercio agrícola bilateral por miles de millones de dólares, y causar graves daños económicos a los agricultores estadounidenses y a los productores ganaderos mexicanos”.
La oficina no respondió a solicitudes de comentarios sobre el nuevo decreto publicado el lunes.
Se temía que la prohibición violara el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). México espera evitar una queja comercial dentro del marco del acuerdo sobre la cuestión del maíz, así como una disputa en torno al sector energético de México.
Estados Unidos afirmó que México favorece injustamente a sus empresas estatales de electricidad y petróleo frente a competidores estadounidenses y proveedores de energías limpias. Canadá también se ha sumado a esa queja.