El gobierno de Panamá ha dado señales de apertura para iniciar conversaciones con First Quantum Minerals Ltd. sobre la posible reactivación de la mina Cobre Panamá, clausurada desde finales de 2023 tras una ola de protestas sociales. Aunque el presidente José Raúl Mulino advirtió que el proceso será complejo, la suspensión de arbitrajes internacionales y el inicio de movimientos logísticos por parte de la empresa canadiense marcan un giro en el escenario minero del país.
Entre los avances recientes destaca la decisión de Franco-Nevada Corp. de suspender su proceso de arbitraje contra el Estado panameño, una condición clave impuesta por el Ejecutivo para abrir el diálogo. En paralelo, First Quantum ha comenzado los preparativos para movilizar 120,000 toneladas métricas de cobre semiprocesado que permanecían almacenadas desde el cierre de operaciones.
La mina, valorada en 10,000 millones de dólares, llegó a representar cerca del 1% de la producción mundial de cobre, y su cierre impactó tanto en el mercado global como en las economías locales. En respuesta, trabajadores, proveedores y comunidades cercanas han convocado una marcha en apoyo a la reapertura, en contraste con las manifestaciones antiminería que motivaron la clausura inicial.
Durante una rueda de prensa, Mulino reiteró que cualquier decisión se tomará “en función del interés nacional” y sin intervención del Congreso. El mandatario subrayó que el Estado ejercerá su derecho soberano sobre los recursos naturales, aunque no precisó plazos ni condiciones para un eventual acuerdo