El gobierno de Panamá inició un plan de mantenimiento en la mina de cobre operada por First Quantum Minerals (FQM) para prevenir daños ambientales, sin reactivar sus operaciones. La medida, supervisada por 10 instituciones públicas, busca garantizar la seguridad de la infraestructura mientras se analiza la posibilidad de una eventual reapertura, a pesar de la moratoria minera vigente.
El ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, explicó que este tipo de planes son procedimientos estándar cuando una mina detiene operaciones, enfatizando que su finalidad es mitigar riesgos ambientales y preservar el sitio. Sin embargo, la ambientalista Raisa Banfield expresó su oposición, afirmando que la compañía “no puede gestionar la mina” tras la anulación de su concesión en 2023 y pidió una auditoría externa ambiental y financiera para definir su cierre definitivo.
Para financiar el mantenimiento, First Quantum Minerals exportará 121,000 toneladas métricas de concentrado de cobre almacenadas en la mina. La operación minera, ubicada en Donoso, provincia de Colón, llegó a producir 300,000 toneladas anuales, representando el 75% de las exportaciones mineras y el 5% del PIB de Panamá, además de generar 37,000 empleos antes de su cierre por una sentencia de la Corte Suprema.
El presidente José Raúl Mulino ha declarado que su administración mantiene contactos para una posible reapertura, asegurando que “esa mina es de Panamá (…) y Panamá la explotará”, aunque sin proporcionar detalles sobre la viabilidad financiera o ambiental de esta decisión. La incertidumbre en torno al futuro de la mina sigue alimentando el debate sobre el modelo de desarrollo minero que debería seguir el país.
Mientras continúan las evaluaciones, expertos advierten que la reactivación del proyecto necesitará ajustes regulatorios y garantías ambientales para atraer nuevamente inversiones al sector. En un contexto de mayor escrutinio y preocupación social, el gobierno deberá definir si prioriza la sostenibilidad o apuesta por recuperar la producción minera.