La automotriz Stellantis frenó las obras de construcción de una planta de producción de baterías para vehículos eléctricos de más de 5,000 millones de dólares canadienses (3,740 millones de dólares) en Windsor, Canadá, por un desacuerdo con el Gobierno federal sobre las subvenciones, informó el lunes un portavoz de la empresa.
“Con efecto inmediato, se ha paralizado la construcción relacionada con la producción de módulos de baterías en Windsor”, declaró el portavoz.
El Ministerio de Industria canadiense no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La medida se produce un mes después de que Canadá acordó conceder hasta 13,000 millones de dólares canadienses en subsidios y una subvención de 700 millones de dólares canadienses para atraer a la automotriz alemana Volkswagen AG para que construyera su planta de baterías de Norteamérica en el país.
“Realmente me preocupa. Necesitamos que el Gobierno federal dé un paso adelante, como hizo con Volkswagen”, declaró a la prensa el primer ministro de Ontario, Doug Ford, al ser preguntado por la paralización de la construcción.
Una fuente del Gobierno federal canadiense familiarizada con las conversaciones, sin embargo, dijo que la provincia de Ontario necesitaba ofrecer condiciones más atractivas a la automotriz.
“Las negociaciones continúan”, declaró la fuente. “Queremos que Stellantis se quede (…) Siempre hemos dicho que es un acuerdo importante para nosotros”.
El acuerdo de Canadá con Volkswagen para una gigafábrica de baterías, anunciado a principios de este año, es la mayor inversión jamás realizada en la cadena de suministro de vehículos eléctricos del país.
LGES y Stellantis ya habían anunciado el año pasado su inversión en una planta de baterías en el país, con una capacidad de producción anual superior a 45 gigavatios hora (GWh) y la previsión de crear unos 2,500 nuevos puestos de trabajo en la zona de Windsor.
Un portavoz de Champagne, que describió el acuerdo como el mayor de Stellantis en el sector automotor canadiense cuando se anunció, declaró el viernes que “la industria automotriz es crucial para la economía canadiense y para los cientos de miles de trabajadores canadienses”.