Por: Ing. Gustavo Tomé , Presidente de Fibra Plus
Imagina una colonia donde cada inmueble esté diseñado de manera particular para satisfacer las necesidades particulares de cada habitante, pero que además refleje la cultura de quienes viven y conviven. Esto sería una verdadera inclusividad en el diseño de viviendas.
Diariamente existe en el mercado potenciales compradores y arrendadores de vivienda y otros más dispuestos a ofrecer lugares en renta. En diciembre del año pasado se hablaba de 10 mil viviendas disponibles para renta permanente y 40 mil más para estancia corta tan solo en la Ciudad de México. De acuerdo con la Asociación de Vivienda en Renta (AVER); de 2007 a 2022 se han ofertado más de 4 mil 74 unidades, mientras que entre el 2023 y 2024 se espera la entrada al mercado de más de 6 mil unidades o departamentos nuevos para multifamiliares en México.
Democratizando la vivienda
Las viviendas son resultado de la interacción de intereses, intenciones, prácticas sociales y culturales que se adecuan a la rutina y necesidades, y que representan además la cosmovisión del habitante, de ahí que exista la necesidad de democratizarlas, es decir, de construir hogares diseñados para cada una de las necesidades y crear espacios para todos a razón de la funcionalidad y del presupuesto.
El Centro Terwilliger de Innovación en Vivienda de Hábitat para la Humanidad, lanzó el libro “Rockstars de Innovación en Vivienda”, en el que reúnen seis historias de éxito innovadoras con las que buscan sensibilizar sobre la realidad de la necesidad de vivienda asequible en América Latina y el Caribe. Los casos van desde la democratización de la arquitectura que tiene como objetivo el poner la arquitectura al alcance de todos, a través de una plataforma digital donde los clientes, con base en sus gustos y necesidades, publican retos de diseño y seleccionan una propuesta, hecha por arquitectos, para mejorar significativamente sus hogares hasta la iluminación de la vivienda a partir de energía limpia y renovable.
Espacios para todos
Teniendo en cuenta que existen diferentes tipos de vivienda, la clasificación más básica es la vivienda unifamiliar y la plurifamiliar y de las cuales se desprenden diferentes subtipos, desde la vivienda aislada que encontramos regularmente en comunidades rurales, las viviendas adosadas que es un tipo de inmuebles que se encuentran en fraccionamientos residenciales; hasta áticos, pisos o estudios, todos con la intención de satisfacer diferentes necesidades adaptándose además al entorno en constante transformación.
Desde que se decretó la Ley General para La Inclusión de las Personas con Discapacidad de 2011 en México, se han promovido programas para llevar a cabo proyectos públicos y privados para crear viviendas y desarrollos urbanos que tomen en consideración las necesidades de las personas con discapacidad. Pensar en espacios para todos significa también pensar en las necesidades particulares de cada uno y actuar en consecuencia, a fin de que la vivienda se convierta en un espacio que brinde identidad, construya espacios para el disfrute y que además facilite la vida a través de la planeación, programación y diseño que garantice la accesibilidad espacial- funcional para todos quienes requieren amenidades especiales tales como un ascensor, rampas de acceso, barras de apoyo o tecnología para aquellos habitantes con capacidades y requerimientos especiales, porque inminentemente todos vamos a envejecer y el espacio que hoy es funcional para nosotros puede que en unos años puede no serlo en los próximos años.
Es menester que quienes se dedican a la construcción de viviendas adapten éstas a las circunstancias, las necesidades del entorno y que el contenido de la vivienda sea apto para quien van dirigida. Como sociedad tenemos el poder de demandar y diseñar un entorno donde cada hogar refleje y respete la diversidad y las capacidades de quienes lo habitan, ¿Estamos listos para aceptar este desafío?
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