Por Alberto Llavot
Gerente de Desarrollo de Negocio e Ingeniería de PreVenta, Secure Power MX&Cam
Es un hecho que las problemáticas en las cadenas de suministro de diferentes industrias (generados por dos factores principales: los conflictos sociopolíticos globales y situaciones de fuerza mayor como la pandemia) han hecho evidente la necesidad de cambiar la estrategia de fabricación lejana de productos al lugar de comercialización (offshoring), implementadas desde finales del siglo pasado, por una estrategia logística totalmente opuesta enfocada a producir, ensamblar y comercializar en países mucho más cercanos al lugar de consumo (o nearshoring).
Esta tendencia industrial está impactando positivamente en países vecinos con fuertes alianzas comerciales, como lo son los tres países de la región norteamericana y algunos de los países centroamericanos. Las ventajas regionales son evidentes: 1) cercanía con el mercado de los Estados Unidos; 2) integración con la cadena de suministro de Norteamérica; 3) una fuerza laboral creciente y de costo relativamente competitivo; 4) tratados comerciales, y 5) el rol regional en el conflicto comercial chino – americano.
Por ejemplo, en las estimaciones que el sector financiero tiene para los próximos 5 años, se espera que el nearshoring represente para México el 6.2% de las exportaciones no petroleras, habiendo restado ya el efecto del crecimiento inercial. Esto evidentemente generará beneficios claros en diversos sectores industriales como el de la fabricación de maquinaria y equipo, aparatos eléctricos y electrónicos, dispositivos médicos, transporte, químicos y agroindustria, entre otros.
Sin embargo, la gran oportunidad que el nearshoring está representando para la industria de nuestra región también implica grandes retos que deben ser solventados a corto y mediano plazo. Retos que van desde la agilización de trámites y simplificación de requisitos administrativos que fomenten la inversión por sector, hasta la digitalización de procesos para cada tipo industria y la capacidad de conectividad y procesamiento de grandes cantidades de información derivada de los cambios generados por la Industria 4.0.
Aunque el nivel de transformación digital del sector industrial en la región es intermedio, cada vez vemos con más frecuencia requerimientos enfocados a la trasformación digital de los procesos productivos y las máquinas que los ejecutan.
¿Cómo estar preparado para el impulso que el nearshoring está generando? ¿qué implicaciones tiene la transformación digital? Desde el punto de vista de la infraestructura que soporta la industria 4.0, algunos de los pilares que los sectores productivos antes mencionados deben tener claramente en cuenta para poder responder estas preguntas son:
- La continuidad operativa: un sistema eléctrico continuo que permita que los procesos críticos se mantengan operando sin interrupciones que dificulten la producción o generen perdidas y con el nivel de calidad eléctrica necesaria para cuidar la inversión hecha extendiendo el tiempo de vida de equipos y maquinaria, manteniendo la disponibilidad de la industrial al nivel más alto posible.
- Un sistema de gestión y control remotos: que permitan mediante el uso de software, monitorear y administrar la infraestructura en todo instante, conociendo las condiciones operativas reales, identificando de forma efectiva las posibles ineficiencias y respaldando con información actualizada en tiempo real, que las optimizaciones generadas en el uso de la infraestructura se mantengan a lo largo del tiempo.
- El procesamiento de información permanente: no podemos hablar de procesamiento sin pensar en centros de datos de alta confiabilidad que permitan implementar las estrategias de IIoT (internet industrial de las cosas) en los procesos productivos y permitir que la convergencia entre e OT y el IT se dé de forma transparente, coordinada y efectiva.
- La sostenibilidad: ante los compromisos y responsabilidades globales en ESG (ambiente, sociedad y gobierno) la gestión sostenible de recursos energéticos e insumos se convierte en el factor diferenciador de la industria para lograr, no solo generar el menor impacto ambiental sino también, para disminuir sustancialmente los costos operativos y en consecuencia ser más competitivos.
- Una fuerza laboral competente: personal calificado en las diferentes industrias, con la capacidad de entender los retos actuales, aplicar las últimas tecnologías e implementar las mejoras necesarias sin afectar la operación.
En ese sentido, Schneider Electric se ha enfocado en brindar al sector industrial las soluciones de continuidad y calidad eléctrica, software de gestión centralizada de activos y control industrial y de edificios, centros de datos de alta disponibilidad bajo las más estrictas normas internacionales y los mayores compromisos en sostenibilidad y de economía circular necesarios para que a través del personal más calificado y del ecosistema de partners más grande y preparado de la región, se puedan aterrizar los beneficios del nearshoring en soluciones industriales reales capaces de lograr una optimización real de los procesos productivos y en ventajas competitivas medibles.
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