Por Arnaldo Lovera,
Director de Canales México Motorola Solutions
En los últimos años, México se ha posicionado como uno de los destinos líderes para el nearshoring, una estrategia empresarial que implica trasladar ciertas operaciones o servicios a ubicaciones geográficamente cercanas, preferentemente en países vecinos o en la misma región, en lugar de optar por la externalización o deslocalización a países más distantes.
Según estimaciones de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), se espera la llegada de aproximadamente 453 nuevas empresas a México entre los años 2024 y 2025, y se estima que al menos 77 de ellas serán de origen chino. Además, según ManpowerGroup, el proceso de relocalización de empresas desde Asia podría generar entre 2 y 4 millones de empleos adicionales en México para el año 2030. Estos datos resaltan la importancia y el potencial del nearshoring para la economía mexicana y también lo relevante que la manufactura mexicana puede ser para el mundo entero.
Sin embargo, para impulsar aún más el crecimiento en la industria manufacturera, es fundamental contar con servicios tecnológicos que garanticen la seguridad, la eficiencia y la comunicación empresarial para el cumplimiento de los estándares internacionales a los que la industria se enfrenta. Esto requiere una inversión significativa en tecnología y un enfoque en la seguridad.
En ese sentido, la adopción de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y la realidad aumentada, desempeña un papel clave en la mejora de la eficiencia y la competitividad de las empresas manufactureras. La implementación de la Industria 4.0 y la manufactura inteligente introduce una mayor conectividad y automatización en el entorno laboral, lo que mejora la agilidad y la calidad de la producción.
A diferencia de las revoluciones industriales anteriores, la cuarta revolución industrial permite la coexistencia e interconexión de diversas tecnologías, creando un ecosistema interoperable con un volumen impresionante de datos y una creciente conectividad en tiempo real. En la actualidad, las “fábricas inteligentes” deben estar más sincronizadas que nunca, accediendo a información valiosa de manera inmediata y tomando decisiones que generen un efecto dominó en toda la organización y a lo largo de la cadena de suministro.
En la manufactura del futuro, es posible conectar en tiempo real a todos los actores involucrados en la estructura productiva de una organización, lo que potencia la capacidad de respuesta en momentos críticos. Por ejemplo, desde el inicio de la jornada laboral, se puede monitorear el acceso de los trabajadores o proveedores a la planta mediante el uso de cámaras con reconocimiento de placas, lo que permite leer automáticamente la información de los vehículos.
Además, existen cámaras capaces de detectar y alertar rápidamente la presencia de personas, vehículos u objetos sospechosos mediante movimientos horizontales, verticales y zoom, proporcionando evidencia de alta calidad y un análisis de video óptimo.
Por otro lado, los equipos de radio digitales de dos vías, interconectados con sensores de alta precisión, pueden recibir, transmitir y analizar voz y datos desde cualquier lugar, incluso en regiones geográficas sin conexión, a través de 3G, 4G o vía satélite. Esta capacidad de comunicación avanzada facilita el intercambio de información simultánea entre diferentes áreas funcionales y regiones geográficas, mejorando la eficiencia y la toma de decisiones.
Gracias a la inteligencia de datos generada por el sistema, ahora es posible descentralizar esta toma de decisiones y pasar de modelos preventivos a modelos predictivos que se pueden aplicar en áreas como la cadena de suministro, los sistemas de detección de fallas de equipos y la logística. Esto permite ajustar los tiempos de suministro, anticipar fallas y optimizar la distribución y entrega de productos terminados, lo que resulta en una utilización más eficiente de los recursos y una disminución de los costos para las empresas.
De acuerdo con la firma consultora PwC, se espera que el proceso de digitalización en la industria manufacturera mundial para el año 2025 genere una reducción de costos superior a los 420,000 millones de dólares, así como un aumento en los ingresos anuales de 493,000 millones de dólares.
Esto demuestra que el sector manufacturero continúa en un camino de cambios constantes, con nuevas oportunidades y desafíos. La adopción de tendencias globales y la combinación de tendencias 4.0 permitirán cada vez más la consolidación de la digitalización en el sector y el surgimiento de más fábricas inteligentes.
Desde la línea de producción hasta el muelle de carga, en el área de servicio al cliente o fuera de las instalaciones, compañías especializadas como Motorola Solutions están ayudando a los fabricantes a trabajar de manera más eficiente, productiva y segura en los entornos más hostiles. Fabricantes de todo el mundo están transformando sus lugares de trabajo con la plataforma de manufactura integrada y sistemas, aplicaciones, accesorios y servicios integrados profesionalmente.
En este proceso de transformación, soluciones innovadoras como MOTOTRBO R2 destacan como diferenciales en el sector manufacturero. Se trata de un radio ideal para ambientes productivos, ya que cumple con certificaciones de grado militar, es resistente al polvo y agua, y gracias a su batería de 26 horas de duración, puede mantener a los empleados conectados hasta por tres turnos en una fábrica, con lo que de nuevo, se optimizan los tiempos y la comunicación puntual.
En conclusión, el auge del nearshoring en la región norte de México y la industria manufacturera ofrecen una gran oportunidad para el crecimiento económico y la generación de empleo en el país, pero será la adopción de la Industria 4.0 y la tecnología en la manufactura la que garantice una mayor eficiencia y calidad en las operaciones, lo que permitiría la consolidación de la industria mexicana. De igual forma, la implementación de tecnologías avanzadas de seguridad es fundamental para proteger a los trabajadores, los activos y la propiedad intelectual de las empresas.
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